El Secretariado de Pastoral del Trabajo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, ante la situación crítica que ha vivido estos días la empresa Agrícola Villena afectando a más 300 personas trabajadoras, quiere manifestar su apoyo, como Iglesia encarnada en el mundo obrero y del trabajo. Y celebra el reciente acuerdo al que han llegado empresa, proveedor y trabajadores.
La Empresa Agrícola Villena, ubicada en Villena, es la mayor de la localidad, y en ella trabajan más de 300 personas, aparte de las que integran las situadas en Cádiz y Segovia, además de los trabajadores y trabajadoras eventuales y empleos indirectos, en torno a 1.250.
Desde hace tiempo la empresa atraviesa dificultades por la congelación de los precios en origen desde el año 2014 y las exigencias de la empresa intermediaria entre la Agrícola y el mayor supermercado a nivel nacional.
Esta situación se comunica al comité de empresa el 23 de diciembre pasado, y a partir del 24, se conceden permisos retribuidos hasta el 10 de enero, que se prorrogan hasta la solicitud y aprobación de un ERTE.
A los trabajadores se les llega a deber la nómina de diciembre, las pagas prorrateadas, más las horas extras de noviembre y diciembre. Desde septiembre pasado cobraban sus mensualidades quincenalmente.
Según palabras de una trabajadora de la empresa, desde hace meses está habiendo transparencia en la situación económica con el Comité de Empresa, haciéndoles saber las dificultades por las que estaba pasando y la respuesta de los representantes de los trabajadores, siempre ha sido de total colaboración, para sacar adelante la empresa y el derecho al trabajo de sus empleados.
La solución venía, mientras ha durado el ERTE, por la captación de alguna empresa importante que quisiera invertir en la viabilidad de la misma y el capital humano que la componen, avalado por la trayectoria de Agrícola Villena. De no llegar a un acuerdo, más de 500 personas se habrían visto abocadas a un ERE liquidatario y a la pérdida del trabajo, con el consiguiente sufrimiento y desamparo de tantas familias de Villena y Comarca, mayoritariamente inmigrantes y mujeres cuyo único recurso es su trabajo.
Desde el Secretariado de Pastoral del Trabajo, mostramos nuestra solidaridad con tantas personas que han visto en peligro su trabajo, y por tanto, ganarse un salario que les permita vivir con dignidad.
El Papa Francisco, recientemente en su discurso ante el Cuerpo Diplomático, ha pedido a los estados, “una mayor cooperación entre todos los actores a nivel local, nacional, regional y mundial”, para el desarrollo de “nuevos servicios y empresas, adaptar los existentes, aumentar el acceso al trabajo digno y trabajar por el respeto de los derechos humanos y de niveles adecuados de remuneración y protección social”.
En su intervención, Francisco ha subrayado que el trabajo es un “factor indispensable para construir y mantener la paz; es expresión de uno mismo y de los propios dones, pero también es compromiso, esfuerzo, colaboración con otros, porque se trabaja siempre con o por alguien. En esta perspectiva marcadamente social, el trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso”.
Animamos a los responsables de la empresa Agrícola Villena, a los responsables de las grandes superficies a los que sirve esta empresa y a todas las administraciones públicas, locales y autonómicas, a realizar propuestas para solucionar esta situación por la que están pasando la empresa y sus trabajadores y trabajadoras.
Desde el Secretariado Diocesano de Pastoral del Trabajo, animamos al diálogo y compromiso de todas las partes implicadas, donde prevalezca el derecho y la dignidad de las personas trabajadoras.