Queridos diocesanos:
¡Es la hora! Se acerca una nueva Semana Santa, y digo nueva porque el Misterio de Cristo Redentor es siempre antiguo y siempre nuevo (Cfr. Mt 13, 47-53). Siempre nos hace renacer de nuestras fragilidades y pecados hacia una vida nueva que nos trae el Señor Jesús victorioso de la muerte.
¡Es la hora! Vamos a disponernos a vivir la Pascua del Señor. Acompañemos a Jesús en estos días santos de su pasión, muerte y resurrección. Hagámoslo con el corazón bien dispuesto y alegre por la salvación de que somos herederos con Cristo (Cfr. Rm 8,17).
¡Es la hora! De dar un paso adelante, y con la fuerza de Cristo resucitado anunciar a todo el mundo que Dios es amor y que “De tal manera amó Dios al mundo que nos entregó a su hijo para que tengamos vida eterna” (Cfr. Jn. 3, 16).
¡Es la hora! Nos apremia Jesucristo a seguirle y a caminar en la Iglesia con los hermanos para ser, en medio del mundo, testigos de fe, esperanza y caridad.
Que la Virgen María, Madre Dolorosa al pie de la cruz, cuyo corazón quedó traspasado y angustiado ante el dolor de Cristo y de toda la humanidad, os guarde como hijos de Dios al pie de la cruz victoriosa del Señor Jesús resucitado.
Que tengáis una buena Cuaresma, una gran Semana Santa y una Feliz Pascua de Resurrección.
Con mi bendición y afecto.