Carta a la Diócesis por el Día de la Iglesia Diocesana
El próximo 6 de noviembre celebraremos el Día de la Iglesia Diocesana, una oportunidad muy especial para dar gracias a Dios por esta gran familia que peregrina por las tierras de Orihuela-Alicante y a la que pertenecemos por el bautismo, una Iglesia que mira al futuro con ilusión. Al mismo tiempo, es una buena ocasión para dar a conocer a través de estas páginas quiénes somos, qué hacemos y cómo lo realizamos.
La Iglesia diocesana es comunión. Todos formamos la única Iglesia de Cristo y es importante que nos sintamos parte activa de Ella. En comunión, anunciamos a Cristo. Gracias porque vuestro compromiso de cada día hace posible que las distintas realidades que conforman nuestra Iglesia diocesana caminen juntas tras las huellas de Cristo y compartamos la mesa que Él nos ha preparado.
La Iglesia diocesana es participación, la construimos juntos, cada uno desde su vocación particular. Por eso, deseo darte las gracias por tanto servicio y entrega a ti que eres sacerdote, religioso, consagrada, diácono, seminarista, catequista, voluntario de Cáritas, agente de la pastoral juvenil, familiar, del enfermo y del mayor, cofrade, organista, sacristán, monitor de tiempo libre, etc.
La Iglesia diocesana es misión, existe para evangelizar, para llevar la alegría del Evangelio a todos los rincones de nuestra tierra. Y esta misión corresponde a todos los bautizados. Por eso, os doy las gracias a cada uno de vosotros por ser corresponsables en la misión de dar a conocer el mensaje de Jesús a niños y jóvenes, novios y matrimonios, pobres, enfermos y ancianos, familias que atraviesan momentos de dificultad y, en definitiva, a toda nuestra sociedad. Gracias por ser una Iglesia acogedora y abierta a todos, especialmente a los hermanos más débiles y vulnerables, frente a la cultura del descarte que se ha instalado en nuestra sociedad.
Esta es la sinodalidad que estamos llamados a vivir en la Iglesia: comunión, participación y misión. Este es el modo de ser y de vivir que nos transmite el libro de los Hechos de los Apóstoles en relación con los primeros cristianos: «Los creyentes vivían todos unidos y tenían todo en común; vendían posesiones y bienes y los repartían entre todos, según la necesidad de cada uno» (Hch 2, 44- 45).
En nuestra Iglesia diocesana todos somos necesarios y tenemos algo que aportar en beneficio de los demás. Gracias por tanto: por vuestra oración constante que no deja de dar fruto, por el tiempo que entregáis con tanta generosidad, por las cualidades que ponéis al servicio de los hermanos y por vuestro apoyo económico que hace posible toda la actividad de la Iglesia en favor no sólo de sus miembros, sino también de toda persona necesitada. Junto a mi agradecimiento, os invito a seguir colaborando; con vuestra oración, tiempo, cualidades y apoyo económico ayudáis a la Iglesia a realizar su actividad pastoral, evangelizadora, educativa, caritativa y asistencial. La Iglesia es casa de todos y cosa de todos. Contamos contigo. Recibid mi afecto y bendición.
José Ignacio Munilla Aguirre
Obispo de Orihuela-Alicante