Con la llegada de la Cuaresma la Diócesis de Orihuela-Alicante ha puesto en marcha una campaña de Limosna Penitencial para las víctimas de la guerra y el terremoto de Siria.
“La clave de la campaña es educar y practicar una limosna penitencial organizada comunitariamente como un gesto de generosidad y de conversión que nace del encuentro con el Señor en la oración, y nos conduce a un nuevo encuentro con el Señor en el hermano que nos necesita” explica al respecto Miguel Riquelme Pomares, delegado de Acción Social y Caritativa de la Diócesis de Orihuela-Alicante.
Esta campaña cuaresmal se plantea no como una colecta más sino como una oportunidad de emprender de forma conjunta una acción comunitaria que una durante la Cuaresma a las diferentes realidades diocesanas (parroquias, comunidades, movimientos…) en un proyecto social común. “En definitiva se plantea como una propuesta que puede ayudar a vivir mejor la cuaresma en nuestras comunidades y darles un nuevo punto de comunión parroquial y diocesana como camino cuaresmal” añade Miguel Riquelme.
En este caso se pone el foco en Siria doblemente afectada por una guerra que lleva activa más de diez años y el terremoto de hace unos días. Está previsto hacer llegar la ayuda a través de Cáritas o Ayuda a la Iglesia Necesitada, que sí son capaces de llegar hasta allí superando los bloqueos de la guerra.
Los momentos claves de esta Limosna Penitencial serán el Miércoles de Ceniza, los diferentes domingos de Cuaresma y el Jueves Santo (6 de abril), “día oportuno para presentar la aportación económica, fruto de la oración y ayuno cuaresmal, en las ofrendas del Día del Amor Fraterno” concluye el responsable de la iniciativa.