«Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión»
Significado
Para los cristianos, el Bautismo es un Sacramento, es decir, son signos visibles de la acción de Jesús en la persona. En el caso del Bautismo, ese signo visible es el agua. Sin embargo, su significado va mucho más allá que recibir agua sobre la cabeza. Supone la bienvenida a la Iglesia y el adiós al pecado original.
El Bautismo es para todos. Lo dice el Catecismo de la Iglesia Católica en el punto 1.246: «Es capaz de recibir el Bautismo todo ser humano, aún no bautizado, y solo él».
Con el Bautismo también se recibe la bienvenida a la Iglesia. La Iglesia es la familia de los bautizados. Según la tradición, todas las personas nacemos con la «mancha» del pecado original. Esa mancha se elimina a través del Bautismo.
Signos
La palabra «Bautismo» significa «sumergir». Esa acción en el agua significa implica, en primer lugar, sumerger a la persona. Se trata de un símbolo. Se está «hundiendo en la muerte de Jesús». Cuando se le saca del agua, esa salida hace referencia a la Resurrección. El mismo significado tiene el rociado del agua sobre la cabeza del bebé o del adulto: se produce un «nuevo nacimiento por el agua y el Espíritu de Dios».
A partir del Bautismo, se trata de hacer crecer la fe y la gracia (el amor de Dios) en la propia vida. En ese camino de crecimiento se continúa con otros Sacramentos. El Bautismo es la puerta de entrada al resto de ellos. Son la Penitencia, la confesión, y la Eucaristía, la Comunión, y la Confirmación, o el afianzamiento en la fe. Hasta esos momentos, y después de ellos, la misión de crecer en la fe continúa durante toda la vida.
Por esa razón, se renuevan las promesas que se han hecho en el Bautismo cada año en la Vigilia Pascual. Ese deseo de crecer en cercanía con Dios se «revisa» y se «refuerza» una vez al año. Para ese madurar en la fe, cobran sentido también las figuras del padrino y la madrina del Bautismo.
El padrino y la madrina son las personas que han escogido los padres, o el catecúmeno (persona que va a recibir el Bautismo) para acompañarle y ayudarle a mantenerse firme en ese recorrido. Esa función también la desempeñan los padres, que encuentran en los padrinos una ayuda.
Además, esta tarea de los padres en la educación en la fe es también su manera de seguir su propio camino de crecer en la fe. Cumplen así con la vocación que tienen. Así lo establece el Catecismo en el punto 1.251: «Los padres cristianos deben reconocer que esta práctica corresponde también a su misión de alimentar la vida que Dios les ha confiado».
Cuándo tiene lugar
El Bautismo se puede recibir en cualquier momento de nuestra existencia en este mundo, desde el recién nacido (lo más frecuente) hasta la vida adulta.
La necesidad y el don del Bautismo para un cristiano es comenzar a seguir a Jesús. Jesús también se bautizó con agua. De hecho, con ese acto comenzó lo que se llama su vida pública hasta su Muerte y Resurrección. Con este gesto, Jesús nos estaba invitando a seguir ese camino, a recibir el agua….y el Bautismo que Él ofrece, esa gracia interior.
El Bautismo es tan importante, que esa es la misión con la que Jesús envía a sus apóstoles a todo el mundo. «Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado» (Mt 28,19-20; cf Mc 16,15)
San Pedro, el primer Papa, declara a la multitud conmovida por su predicación: «Convertíos […] y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo» (Hch 2,38).
El Bautismo lo solicitarán los padres en el despacho parroquial y habrá que rellenar la solicitud de bautismo que firmarán el padre y la madre.
De acuerdo con los padres se pondrá la fecha del bautismo así como la fecha de la reunión preparatoria que suele ser el día anterior.
Los Padrinos
¿Se puede prohibir a alguien ser padrino?
Es muy importante conocer cuáles son los requisitos
Dice el Canon 874, 1: Para que alguien sea admitido como padrino, es necesario que:
- Haya sido elegido por quien va a bautizarse o por sus padres o por quienes ocupan su lugar o, faltando éstos, por el párroco o ministro; y que tenga capacidad para esta misión e intención de desempeñarla.
- Haya cumplido al menos dieciséis años, a no ser que el obispo diocesano establezca otra edad, o que, por justa causa, el párroco o el ministro consideren admisible una excepción.
- Sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir.
- No esté afectado por una pena canónica, legítimamente impuesta o declarada;
- No sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar.
- Llevar una vida acorde con la fe y la misión que se quiere asumir:
a).- No haber renunciado a la fe católica.
b).- Si es casado, haber recibido el sacramento del matrimonio, casado por la Iglesia, no sólo por lo civil.
c).- Ser cristiano practicante.
d).- Dar ejemplo de una vida honrada en su trabajo, negocio, familia, etc.
¿Se puede prohibir a una persona ser padrino o madrina?
Si el padrino o madrina incurre en censura de excomunión, se debe entender que queda prohibido el ejercicio del oficio de padrino de acuerdo con el canon 1331. A tenor del numeral 2, 4 del mismo canon, sería inválido nombrar padrino o madrina a una persona cuya excomunión ha sido declarada o impuesta.
Al párroco o al ministro ordinario les compete la obligación de rechazar a las personas que no cumplan con los requisitos previstos, por el bien del bautizando y además porque podría ser causa de escándalo entre los fieles.
Pero se le pide que actúe con la necesaria fortaleza. El hecho de que una determinada conducta pública e inmoral esté muy difundida no hace que estos fieles que pretenden ser padrinos puedan ser admitidos como padrinos.
Esto es especialmente importante en el caso del tercer requisito (que sea católico, esté confirmado, haya recibido ya el sacramento de la Eucaristía y lleve, al mismo tiempo, una vida congruente con la fe y con la misión que va a asumir).
Ningún padre de familia o ningún bautizando adulto se debe extrañar si el párroco rechaza un padrino que lleva un estilo de vida incompatible con las enseñanzas de la Iglesia católica, pues es obligación del párroco actuar de esta manera.
Pero la fortaleza con que se debe actuar se tiene que ejercer, naturalmente con caridad, prudencia y amabilidad; empleando el tiempo que sea necesario para explicar los motivos de su actuación.
Sobra decir que esta negación se ha de hacer antes del rito del bautismo mismo; es decir en la preparación.
HENRY VARGAS HOLGUÍN ( 26 JUNIO, 2014 )
11 Pequeñas y sencillas maneras de ser un padrino extraordinario:
- Asiste a los eventos especiales de tu ahijado/a, incluyendo cumpleaños, primera Comunión, confirmación y graduaciones.
- Asiste a cualquier actividad extracurricular a la que puedas, incluyendo juegos de basquetbol, recitales, actos del colegio y ferias de ciencia.
- Asistan juntos a Misa, si no pueden todos los Domingos, entonces en las festividades y ocasiones especiales.
- Envía cartas o regalos espontáneos como medallas de santos, una Biblia, rosarios, o cualquier CD o libro que encuentres inspirador y útil para el crecimiento en la fe.
- Enséñale a tu ahijado tu oración favorita y récenla juntos.
- Ora por tu ahijado y asegúrate de que sepa que oras por él o ella a diario.
- Envía un adorno navideño especial cada Navidad.
- Ve a almorzar con tu ahijado/a o simplemente salgan a divertirse.
- Llama (incluso por Skype) a tu ahijado/a si vives muy lejos para verse a menudo.
- Asiste a Misa regularmente y continúa nutriendo tu fe para que puedas guiar a tu ahijado/a con el ejemplo.
- Celebra el aniversario del bautizo de tu ahijado/a con un almuerzo juntos o enviando un regalo o una nota.