La Iglesia Católica lo considera como un Sacramento. Se trata del cuerpo y la sangre de Jesucristo bajo las especies de pan y vino. También se le conoce como Santísimo Sacramento

CATEQUESIS DE PRIMERA COMUNIÓN Y POSTCOMUNIÓN
CORPUS CHIRSTI

Significado

El Sacramento de la Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre de Jesús (representado por el pan y el vino), que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna.

Al igual que el Bautismo y la Confirmación, la Eucaristía se sitúa en el corazón de la iniciación cristiana, juntamente, y constituye la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este Sacramento del amor, brota todo el auténtico camino de fe, de comunión y de testimonio.

Signos

En la Iglesia católica, el Sacramento de la Eucaristía se considera la fuente y culmen de la vida de todo cristiano. De acuerdo al catecismo de la Iglesia católica la Eucaristía, representa un signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da prenda de la vida eterna.

La celebración eucarística es el memorial de la Pascua de Jesús, el misterio central de la Salvación. Cada vez que celebramos este Sacramento participamos en el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo.

La Eucaristía constituye la cumbre de la acción de Salvación de Dios. Jesús, haciéndose pan partido por nosotros, vuelca, en efecto, sobre nosotros toda su misericordia y su amor, de tal modo que renueva nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro modo de relacionarnos con Él y con los hermanos.

Es por ello que, cuando nos acercamos a este Sacramento, se dice ‘recibir la Comunión’, ‘comulgar’: esto significa que en el poder del Espíritu Santo, la participación en la mesa eucarística nos conforma de modo único y profundo a Cristo.

Los elementos de la Eucaristía son el pan y el vino sacramental que se consagran en un altar o en una mesa de comunión y se consumen a partir de entonces. Los comulgantes, aquellos que consumen los elementos, pueden hablar de «recibir la Eucaristía», así como de «celebrar la Eucaristía».

Tanto el pan como el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo (transubstanciación) mientras las apariencias de los elementos permanecen.