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Santos Ángeles Custodios

  • Categoría de la entrada:Lecturas de la Misa
  • Tiempo de lectura:6 minutos de lectura

Tiempo Ordinario ~ Ciclo A ~ Año Impar

Primera lectura

Za 8,1-8: Estoy para salvar a mi pueblo de Oriente a Occidente.

Vino la palabra del Señor del universo diciendo:
«Esto dice el Señor del universo:
Vivo una intensa pasión por Sion,
siento unos celos terribles por ella».
«Esto dice el Señor:
Voy a volver a Sion,
habitaré en Jerusalén.
Llamarán a Jerusalén
“Ciudad Fiel”,
y al monte del Señor del universo,
“Monte Santo”».
«Esto dice el Señor del universo:
De nuevo se sentarán ancianos y ancianas
en las calles de Jerusalén;
todos con su bastón,
pues su vida será muy larga.
Y sus calles estarán llenas
de niños y niñas jugando».
«Esto dice el Señor del universo:
Y si al resto de este pueblo
le parece imposible
que suceda esto en aquellos días,
¿será también imposible para mí?».
—oráculo del Señor del universo—.
«Esto dice el Señor del universo:
Aquí estoy yo para salvar
a mi pueblo de Oriente a Occidente.
Los traeré y vivirán
en Jerusalén;
ellos serán mi pueblo
y yo seré su Dios
en fidelidad y justicia».

Salmo responsorial

Sal 101,16-18.19-21.29.22-23: El Señor reconstruyó Sión y apareció en su gloria.

Los gentiles temerán tu nombre;
los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sion,
y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos,
y no desprecie sus peticiones. R.

Quede esto escrito para la generación futura,
y el pueblo que será creado alabará al Señor.
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario,
desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos
y librar a los condenados a muerte. R.

Los hijos de tus siervos vivirán seguros,
su linaje durará en tu presencia.
Para anunciar en Sion el nombre del Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
cuando se reúnan unánimes los pueblos
y los reyes para dar culto al Señor. R.

De la memoria

[de la memoria]: Ex 23,20-23a: Mi ángel irá por delante.

Así dice el Señor:
«Voy a enviarte un ángel por delante, para que te cuide en el camino y te lleve al lugar que he preparado.
Respétalo y obedécelo.
No te rebeles, porque lleva mi nombre y no perdonará tus rebeliones.
Si lo obedeces fielmente y haces lo que yo digo, tus enemigos serán mis enemigos, y tus adversarios serán mis adversarios.
Mi ángel irá por delante.»

[de la memoria]: Sal 90,1-2.3-4.5-6.10-11: A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.

Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío, Dios mío, confío en ti.»

Él te librará de la red del cazador,
de la peste funesta. Te cubrirá con sus plumas,
bajo sus alas te refugiarás.

Su brazo es escudo y armadura.
No temerás el espanto nocturno, ni la flecha que vuela de día,
ni la peste que se desliza en las tinieblas, ni la epidemia que devasta a mediodía.

No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu tienda,
porque a sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos.

Evangelio

[de la memoria]: El evangelio de esta memoria es propio, aunque se tomen las lecturas de la feria
Mt 18,1-5.10: Sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial.

En aquel momento, se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron:
«¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?».
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo:
«En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en los cielos el rostro de mi Padre celestial».