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Ya está editado el catecismo de adultos: “Buscad al Señor”

  • Categoría de la entrada:Iglesia en España
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La Editorial EDICE ha publicado el catecismo de adultos: «Buscad al Señor», que fue aprobado por la Asamblea Plenaria de noviembre de 2022. Desde el secretariado de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado presentan este nuevo Catecismo,  enfocado al catecumenado y la reiniciación cristiana de adultos. Con su publicación, la CEE completa la edición de sus documentos de la fe.

La Conferencia Episcopal Española ofrece a la Iglesia de España un nuevo documento de fe. Se trata del Catecismo para Adultos llamado “Buscad al Señor”. De esta manera culmina con este Catecismo la respuesta de los obispos españoles a la petición de san Juan Pablo II en la constitución apostólica Fidei Depositum, donde pedía que cada Conferencia Episcopal pudiese hacer llegar a todos, pequeños y mayores, el contenido del Catecismo de la Iglesia Católica, teniendo en cuenta las diversas situaciones y culturas. Así, los Catecismos publicados, y que están siendo utilizados en las comunidades cristianas de nuestro país, son Mi encuentro con el Señor, para el despertar la fe de los más pequeños con sus familias; Jesús es el Señor, para la infancia; Testigos del Señor, para la catequesis con adolescentes y jóvenes; y, ahora, Buscad al Señor, para los adultos.

“Buscad al Señor” es un documento que contiene la fe de la Iglesia que se transmite en la catequesis de iniciación cristiana con adultos, con el fin de que sea acogida en sus corazones y les ayude en su proceso espiritual hasta madurar la fe y la conversión. Este Catecismo no contiene una letra muerta del pasado, sino la experiencia de la fe de la Iglesia que se entrega al catecúmeno o catequizando para que, una vez que se haya encontrado con el Señor, pueda acogerla, iluminar su vida y dar una respuesta a Jesucristo. Así, el Espíritu Santo va a edificar un cristiano por la catequesis y la celebración litúrgica, apoyado en el Catecismo “Buscad al Señor”.

¿Por qué ahora este Catecismo?

 Sin duda que los destinatarios adultos de nuestras catequesis no tienen la misma mentalidad que los que vivieron en décadas precedentes, el contexto en el que viven es nuevo, la realidad social y cultural de la que participan les pide una respuesta sencilla y clara a los planteamientos de siempre, a sus dudas e inquietudes. Por tanto, este nuevo catecismo busca ayudar en el proceso de iniciación cristiana a aquellos que, habiéndose encontrado con Cristo, le aman, quieren seguirle, conocerle e imitarle, desean aprender a ser cristianos guiados por la madre Iglesia presente en cada comunidad cristiana. “Buscad al Señor” es un nuevo Catecismo para un nuevo tiempo, que responde a las necesidades del hombre y la mujer del hoy, con el lenguaje que entienden.

¿Quiénes son sus destinatarios?

La catequesis con adultos, al servicio de la cual nace este catecismo, tiene dos destinatarios fundamentales. Por una parte, aquellos que realizan el catecumenado bautismal, es decir, los que se están iniciando como discípulos de Cristo para recibir los sacramentos de la iniciación cristiana. Por otra parte, los que ya están bautizados y ahora desean revitalizar su fe, bien porque la necesitan afianzar y madurar, bien porque se alejaron de Cristo y de la Iglesia, y desean volver a la vida cristiana. En el subtitulo del Catecismo se señala abiertamente quienes son sus destinatarios: “Catecismo para el catecumenado de adultos y para la revitalización de la vida cristiana”.

 ¿Cuáles son los elementos que quiere tener en cuenta?

Este documento de fe responde a las preguntas e interrogantes fundamentales, dudas… del hombre y la mujer de nuestro tiempo. Al mismo tiempo, ofrece los fundamentos de lo que cree, celebra, vive y ora un cristiano, para que el catecúmeno o catequizando se introduzca en el Misterio de Cristo y consolide su respuesta.

Las dos columnas en las que se asienta, siguiendo el proceso de iniciación cristiana de adulto que el RICA (Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos) indica son la catequesis y la liturgia. Ambas llevan de la mano de manera complementaria a la oración, a la vida de la gracia, al diálogo con la cultura, con la ciencia, con el mundo en el que el iniciando vive y desarrolla su existencia. Quiere “Buscad al Señor” ayudar a poner los fundamentos de la vida cristiana a quien se está construyendo como discípulo de Cristo, para que aprenda a ser cristiano en el mundo en el que les ha tocado vivir, se introduzca en la comunidad de fe y sean discípulos misioneros en los ambientes.

El Catecismo que presentamos quiere, ante todo, ayudar al catequista en la catequesis para que acompañe el proceso de iniciación cristiana de los adultos. Para ello contará, junto al Catecismo, con una guía para la catequesis y una carpeta con las celebraciones que se han de realizar a lo largo del proceso iniciático. El Catecismo es para la catequesis y para que el catequista, por medio de él, pueda anunciar la fe de la Iglesia. Por tanto, Catecismo, guía y celebraciones forman un todo unitario para el servicio de la transmisión de la fe.

Un Catecismo para una nueva catequesis

La catequesis no es una acción puntual, es decir, no pretende anunciar de modo deshilvanado un conjunto de temas en unas sesiones mas o menos extensas en el tiempo. La catequesis es un proceso, un camino a recorrer con la gracia de Dios. Este proceso requiere una catequesis narrada por un discípulo de Cristo que anuncie la doctrina desde su propia experiencia de fe vivida en la Iglesia; unas celebraciones que vertebren dicho itinerario y en las que la gracia divina se haga presente por medio de ellas. Lo que se anuncia en la catequesis se hace palpable por la liturgia que concede la gracia del Señor. De modo complementario la catequesis y la liturgia, como venimos diciendo, van haciendo crecer al catecumenado o catequizando.

Sigue el Catecismo el modelo del proceso del RICA

El modelo del proceso catequético que está presente en el Catecismo “Buscad al Señor” es el señalado en el Ritual para la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA). El RICA es, además de un Ritual, un documento en el que se indican las acciones catequéticas y pastorales que se han de llevar a cabo con aquellos que realizan su iniciación cristiana. El RICA sirve de guía para la acción catequética y litúrgica del itinerario de iniciación cristiana de adultos.

El catecismo Buscad al Señor sigue paso a paso las indicaciones de este Ritual, es más, está estructurando según sus orientaciones. Hay cuatro etapas en su recorrido, jalonado por tres ritos significativos, llamados grados, que concluyen una etapa y abren las puertas para la siguiente.

Siguiendo “Buscad al Señor” y el recorrido procesual del RICA estas son las etapas y las celebraciones que encontramos en el Catecismo y en el discurrir de sus temas:

Primera etapa: el precatecumenado

La primera etapa que termina con el Rito de entrada en el catecumenado, es el precatecumenado. Después que la persona se ha encontrado con Jesucristo por medio del testimonio y de la palabra de otro cristiano, nace una simpatía por el Evangelio y por la vida cristiana. En esta etapa el simpatizante es acompañado por la Iglesia por medio de unas catequesis en las que se realiza la evangelización del kerigma de la fe, de los elementos básicos y nucleares, con el fin de que la persona conozca los rudimentos de la fe, de los primeros pasos en el conocimiento de la comunidad cristiana y descubra si ese es el camino que quiere emprender de fe y conversión para responder a sus interrogantes y encontrar un sentido a la vida. Es un tiempo muy necesario que nunca se debe omitir. Sin él, y sin haber alcanzado sus objetivos, no se debe pasar a la siguiente etapa. Aquí se le darán las primeras oraciones. Experimentaran de manera reiterativa el encuentro con Jesucristo.

Segunda etapa: el catecumenado

Le sigue la etapa del catecumenado, larga en el tiempo, que busca consolidar la fe y la conversión. Es el tiempo para el anuncio del contenido de la fe de modo sistemático, íntegro y orgánico. La narración de las verdades doctrinales, el acompañamiento personal, la celebración y el aprendizaje práctico de la vida de un cristiano irá dando la forma de Cristo al catecúmeno o catequizando. Son propias de esta etapa las celebraciones de la Palabra, los exorcismos menores y las bendiciones. Culmina este tiempo con el Rito de elección o de inscripción del nombre. Dios elige por medio de la Iglesia a estos para los sacramentos de la iniciación cristiana.

Tercera etapa: purificación o iluminación

El Rito de elección o de inscripción del nombre da paso a la tercera etapa del proceso, la purificación e iluminación. Un tiempo que coincide con la cuaresma y las catequesis doctrinales se convierten en catequesis espirituales. Es una etapa para la preparación espiritual al bautismo o a la renovación del mismo. Hay que purificarse del pecado y dejarse iluminar por la Palabra del Señor. Se realizan los escrutinios y las entregas. Es un momento significativo para la profundización espiritual guiados por el acompañamiento personal. Termina esta etapa con la celebración la noche de la Pascua de los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía, o la renovación de ellos en el caso que los catequizandos los hubieran recibido ya previamente.

Cuarta etapa: la mistagogía

La cuarta etapa es la mistagogía. Ahora las catequesis explanan o explican los ritos y su significación espiritual para quienes los han recibido. Es el tiempo para la integración en la comunidad cristiana, estableciendo lazos afectivos con todos sus miembros. Es el momento para el ejercicio de la caridad. Los cincuenta días de la Pascua, o si se ve oportuno alargarlo por el bien de los miembros del grupo, darán una nueva visión de la vida cristiana, de su práctica y, especialmente, de los sacramentos. La catequesis debe tener siempre un aspecto mistagógico.

Cada tema de “Buscad al Señor”

Cada tema del Catecismo esta dividido en varios apartados que se van sucediendo en cuatro páginas. Se abre con una obra de arte que sintetiza de manera gráfica lo que deseamos profundizar en el tema. Junto a ella hay una frase significativa, bien de un padre de la Iglesia, santo o autor espiritual. Esta ilustra de alguna manera la imagen contenida en la obra de arte. Bajo ellas aparece en letra bien identificable el título del tema. Le sigue un texto bíblico que resume e ilumina el contenido de lo que vamos a transmitir al catecúmeno o catequizando para que lo acoja y lo interiorice. Parte, por tanto, cada tema de una cita de la Palabra de Dios que fundamenta lo que vendrá a continuación en el texto. Este apartado lleva por nombre “Lámpara es tu Palabra para mis pasos” y se le reconoce con el símbolo de una lámpara encendida.

En la segunda página llegamos al apartado “Para iluminar la vida”. En él se recoge el pensamiento, los interrogantes, las cuestiones… que pueden plantearse entre los miembros del grupo de catequesis. Estas cuestiones, y otras que pueden aparecer a raíz de ellas, posibilita a cada uno poner encima de la mesa aquello que se habla en su entorno, que piensan sus conciudadanos y ellos mismos… Siempre con el objetivo de generar interés e inquietud para acoger la Palabra de Dios que se le irá anunciando en esa catequesis. El símbolo de este apartado es una estrella.

En el resto de la segunda página y en la página siguiente llegamos al contenido propio de la fe expresado con un lenguaje cercano y sencillo. Allí se encuentra lo que la Iglesia cree en referencia al tema que se está tratando. Por eso este apartado lleva por título “La fe de los cristianos” y su símbolo es un pez. En el lateral se encuentran referencias al Catecismo de la Iglesia Católica que, tanto el catecúmeno como el catequizando, pueden consultar para profundizar en su contenido.

La página cuarta recoge dos apartados. El primero es “La expresión de fe”, cuyo símbolo es un crismón. Aquí se desea subrayar que la dimensión celebrativa, oracional y de compromiso de vida es parte del proceso catecumenal. La fe que se ha transmitido exige ponerla en práctica por medio de la oración, de la celebración o del comportamiento moral. Le sigue el último apartado “La fe hecha cultura”. La riqueza de fe que expresan las diferentes artes se recoge en este apartado para ayudar a dialogar con la cultura en la que vive inserto el iniciando.

Es deseo de los obispos españoles contribuir con este Catecismo a enriquecer la vida de las comunidades cristianas con la incorporación de nuevos hijos que han madurado su fe mediante un proceso de iniciación cristiana que le ha llevado a recibir los sacramentos de la iniciación cristiana o les ha permitido revitalizar su fe. Hay muchos que buscan al Señor. La Iglesia los desea acoger y acompañar para que lo encuentren. El Catecismo “Buscar al Señor” es un instrumento a su servicio.